Sediasa Alimentación, como empresa especializada en preparación y envasado de alimentos frescos para su distribución, debe cumplir los estrictos requisitos de la cadena de frío. Para superar este reto, usa los envases reutilizables de transporte (ERT) plegables de IFCO.
El promedio de carne que se consume por persona en todo el mundo se ha duplicado prácticamente durante los últimos cincuenta años. Para que este popular alimento llegue hasta sus consumidores, los profesionales de la industria alimentaria deben cumplir una serie de requisitos de seguridad en cada fase de la cadena de procesamiento de la carne. Como estos productos son muy perecederos, una manipulación indebida podría provocar su contaminación o deterioro y, como consecuencia, suponer un gran riesgo para la salud de los consumidores. Por ello, es esencial contar con envases resistentes y duraderos para el transporte de la carne.
Sediasa Alimentación es consciente de esta necesidad a diario. La empresa, situada cerca de Madrid, está especializada en trocear, procesar, envasar y distribuir carne fresca, principalmente porcina, vacuna y ovina, así como fiambres y queso. Tiene una capacidad de producción anual de aproximadamente 70 millones de kilogramos. «Los envases tienen que proteger la carne y, al mismo tiempo, permitir la refrigeración adecuada», dice Francisco Ramos, el director de Sediasa Alimentación. «Asimismo, el daño causado por la humedad o el agua puede afectar negativamente al sabor y la textura de los productos», añade Ramos. «Por tanto, es esencial contar con envases que no generen más humedad de la necesaria durante nuestros procesos y para nuestros productos».
Para superar este desafío, hace diez años la empresa comenzó a usar los ERT de IFCO y tuvieron muy buenos resultados. «Los ERT de IFCO de la serie Meat Lift Lock, que pueden transportar tanto nuestra carne congelada como la refrigerada, pueden resistir hasta un litro de agua», dice Ramos. Gracias a su estructura duradera a la que no le afecta la humedad, la estabilidad del palé permanece intacta en entornos refrigerados y se garantiza la protección del producto. Los ERT de IFCO también ayudan a mantener la temperatura idónea en la cadena de frío mediante la ventilación adecuada en cada parte del proceso: desde el envasado de los alimentos hasta el punto de venta final.
Asimismo, los ERT de IFCO permiten un alto nivel de robótica y automatización que aumenta la eficacia al reducir la necesidad del manejo manual. «Los ERT de IFCO se mueven con facilidad a través de nuestros procesos automatizados y son más eficientes a la hora de proteger nuestros productos envasados», explica Ramos. «La caja se transporta automáticamente desde la zona de envasado hasta la zona de almacenamiento, que tiene una capacidad de 40 000 cajas y en la que un robot de tránsito guarda las cajas.
A continuación, estas cajas, en función del orden de pedidos, pasan a la zona de formado de palés, donde cada robot independiente y a alta velocidad puede cargar los pedidos de cuatro tiendas al mismo tiempo. Cuando se completa este proceso, el palé se dirige automáticamente a la zona de enfardado y etiquetado. Tras su confirmación, se cargará en el camión», continúa Ramos. Para completar estos pasos, Ramos alaba, en particular, la rigidez y la forma de la base de los ERT de IFCO, «ya que estas características evitan que se resbale de la cinta y hacen que el proceso sea más eficiente. También ofrecen una protección superior para el producto y aumentan la seguridad de los alimentos en nuestros camiones».
Ramos describe otra medida que garantiza la seguridad alimentaria además de la eficacia. Se hace un seguimiento de los ERT de IFCO que hay dentro de las instalaciones mediante un sistema doble de código de barras y QR para proporcionar datos reales sobre la ubicación exacta de la unidad. El sistema de visión artificial de Sediasa lee los códigos para determinar dónde exactamente se encuentra cada ERT de IFCO desde el principio hasta el final del proceso. Sediasa Alimentación usa anualmente alrededor de ocho millones de ERT de IFCO.
Para ellos, los criterios sociales y medioambientales también contribuyen a su éxito económico. Usar los ERT de IFCO, que son una de las primeras cajas plegables para carne del mercado, supone generar menos residuos, aprovechar mejor el espacio de almacenamiento y reducir las emisiones durante la distribución. «También queríamos ser más respetuosos con el medioambiente y hemos reducido un 80 % los residuos que se generan al emplear envases de un solo uso», afirma Ramos.
Uno de los principales desafíos de la industria alimentaria es garantizar la seguridad alimentaria a la vez que se trabaja de forma eficiente y en consonancia con el medioambiente. Los ERT de IFCO permiten a sus clientes centrarse en la seguridad alimentaria a la vez aumentan la eficiencia operativa.
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