Estas características se deben a la duradera composición de polipropileno, además de al grosor y el diseño de las placas de las paredes, los laterales y la base de los ERT. En combinación con el diseño, este material apto para la industria alimentaria y resistente a los rayos UV ofrece la mezcla adecuada de flexibilidad y estabilidad: no son demasiado rígidos ni demasiado maleables, por lo que se evita que se rompan o se hundan. Esta calidad resulta especialmente fundamental.
Tanto llenos como vacíos, las dimensiones de los ERT deben ser extremadamente precisas para garantizar un apilado seguro y un manejo eficiente. Este requisito es básico también en los procesos de automatización. Con casi 300 millones de ERT de IFCO en el sistema de pooling mundial, incluso una diferencia de un milímetro en el tamaño tiene un efecto enorme en la capacidad de dicho sistema para reconocer los envases, puesto que muchos emplean cámaras o mediciones por láser para identificar los envases de transporte de alimentos.