No exagero cuando digo que este es un momento de orgullo para mí como director general. Somos la primera y única empresa del mundo que ha obtenido la prestigiosa certificación Cradle-to-Cradle® para envases reutilizables. Toda nuestra gama de ERT Lift Lock europeos ha sido reconocida como Cradle to Cradle Certified® con el nivel Silver (plata). Y como guinda del pastel, hemos obtenido el nivel Gold (oro) en la categoría de reutilización de los materiales.
Esta certificación es una prueba más del compromiso de IFCO con la innovación sostenible y los principios de la economía circular.
En este momento, la mayoría de los líderes del sector reconocen las desventajas del enfoque tradicional del diseño industrial. El enfoque convencional de la fabricación siempre ha sido predominantemente lineal. Con demasiada frecuencia, este modelo comienza con la explotación de nuestros recursos naturales… y termina con el vertido de residuos en nuestro entorno. En las fases intermedias —durante la producción y el consumo—, el enfoque lineal suele contaminar el medioambiente y crear residuos adicionales.
Los envases reutilizables de un solo uso representan una gran parte de estos residuos. Las cifras más recientes publicadas por la Unión Europea indican que entre 2008 y 2018 se acumuló en la región la abrumadora cantidad de 14,8 millones de toneladas de residuos procedentes de envases reutilizables. El peor infractor fue Alemania, donde cada habitante genera actualmente una media de 227,5 kg de residuos de envases en un solo año. En cambio, en Croacia esta cifra es de un promedio de 67,8 kg por habitante.
Esta acumulación de residuos puede atribuirse en gran medida al antiguo enfoque lineal del diseño. Es por esto que este modelo también se denomina acertadamente «cradle-to-grave» (de la cuna a la tumba). Aunque este enfoque sigue predominando en gran parte de la fabricación moderna, hay indicios alentadores que indican que también podría estar llegando al final de su ciclo de vida. Se está reemplazado por un modelo nuevo.
Tal y como los dos científicos explican en su influyente libro Cradle to Cradle: Remaking the way we make things, el diseño Cradle to Cradle se basa en principios anticipatorios y orientados al futuro. En sus páginas compostables (publicadas por primera vez en 2002), Braungart y McDonough describen cómo el modelo «cradle-to-grave» se convirtió en el enfoque aceptado —y, a la larga, destructivo— de la fabricación. También exponen la manera de adoptar los principios de diseño Cradle to Cradle.
¿Cuáles son los principios básicos del modelo Cradle to Cradle en la actualidad? En pocas palabras, se trata de rechazar la cultura del desperdicio y los procesos de fabricación perjudiciales o derrochadores. McDonough lo explica elegantemente en muchas de sus charlas: las cosas no desaparecen cuando las tiramos. Los desperdicios acaban en algún lugar, y ese lugar es el medioambiente.
Cradle to Cradle representa la innovación, la calidad y el buen diseño. Además, incorpora el uso cíclico, seguro y potencialmente infinito de los materiales. Se trata de crear cosas pensando en las generaciones futuras. Y, por eso, encaja a la perfección con mi propia filosofía para IFCO.
Cuando Michael Braungart habla sobre el arte del diseño de envases, expone los mismos argumentos de peso que utilizamos aquí en IFCO. Según él, los envases no deben considerarse como residuos en ningún momento, sino siempre como nutrientes. Ya sea como elementos compostables para la biosfera natural o como nutrientes técnicos para lo que denomina la tecnosfera. Debo admitir que me sentí enormemente honrado cuando me enteré de que Braungart es un gran admirador de nuestros envases reutilizables y de nuestro sistema de pooling. En una entrevista reciente con el equipo de IFCO, explicó que los considera el ejemplo perfecto de cómo se puede utilizar el plástico adecuado para el objetivo correcto.
“Soy un gran admirador de los envases reutilizables de IFCO. Se han diseñado con un objetivo desde el principio. El sistema es seguro, positivo y no es peligroso”
«Cuando reutilizamos y reciclamos material, lo que debemos saber y garantizar es que todo el material sea seguro y que no sea peligroso de ningún modo. Y eso es exactamente lo que hace IFCO», añade. «Y por eso soy un gran admirador de los envases reutilizables de IFCO. Se han diseñado con un objetivo desde el principio. El sistema es seguro, positivo y no es peligroso. Lo que me parece admirable de IFCO es que define con precisión todos los flujos de material. Es un sistema bueno y saludable».
La visión de Braungart de un enfoque menos dañino del diseño industrial también forma parte del Cradle to Cradle Certified Product Standard que otorga la organización sin ánimo de lucro profit Cradle to Cradle Products Innovation Institute, fundada en 2010. Este instituto ha reconocido a nuestros ERT Lift Lock europeos como Cradle to Cradle Certified® con el nivel Silver (plata).
Lo que resulta especialmente convincente del reconocimiento Cradle to Cradle Certified es que no se limita a constatar las características de un único producto en un momento concreto. El procedimiento de certificación implica una auditoría completa del proceso de fabricación. Además, la certificación solo se otorga si el fabricante tiene la intención clara y evidente de seguir integrando modelos circulares en sus procesos en el futuro.
En IFCO, tenemos el firme compromiso de mejorar la naturaleza sostenible de nuestros procesos, productos y servicios. Desde nuestra fundación hace casi 30 años, siempre hemos revisado el concepto de envase para alimentos frescos: definiendo y mejorando la forma en que los envases se reutilizan, recuperan y reciclan a lo largo de la cadena de suministro.
Esta certificación confirma que nuestros procesos son innovadores. Los ERT Lift Lock de IFCO son los únicos envases reutilizables del mundo reconocidos como Cradle to Cradle Certified® por este instituto independiente. Este hecho confirma nuestro compromiso con un sistema alimentario sostenible y también reconoce nuestra valiosa contribución a la cadena de valor de los alimentos frescos. En particular, diseñar productos que tengan la certificación Cradle to Cradle Certified ofrece transparencia sobre las operaciones de IFCO a nuestros clientes, así como a los clientes de nuestros clientes.
Recibimos y celebramos esta certificación como un reconocimiento a nuestro compromiso constante con las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza, tanto en nuestra empresa como en la cadena de suministro alimentaria. Una vez más, demuestra que estamos totalmente comprometidos con las iniciativas que abordan el cambio climático.
En la actualidad, la idea de una filosofía y economía circular Cradle to Cradle está cada vez más extendida, en parte gracias al trabajo pionero de Braungart y McDonough. Nos enorgullece contribuir activamente a su visión de un mundo industrial más sostenible, así como ayudar también a poner fin al enfoque de diseño basado en extraer-fabricar-tirar. Esta certificación Cradle to Cradle significa que nuestros clientes y los clientes de nuestros clientes pueden estar seguros de que nuestras prácticas son sostenibles. Respondemos al cambio climático y ponemos el listón muy alto cuando se trata de cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza en la cadena de suministro de alimentos frescos.
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